viernes, noviembre 19, 2010

Ecos de apoyo y amistad.

Prometo que es la última vez que me refiero al reconocimiento que tuvo uno de mis cuentos en el concurso de relato breve de la Organización VIVIR de Cuenca España, pero siento la necesidad de compartir con ustedes las opiniones que el texto ha generado entre los que ya lo conocieron. Algunos de los siguientes comentarios están en el blog de Silvio Rodríguez: Segunda Cita. Allí he tenido la oportunidad de intercambiar sensibilidades con personas de distintos lugares del mundo. Otros son respuesta que, muy amablemente, hicieron llegar a mi correo electrónico  sobre la impresión que les causó el escrito. Y uno lo expresó en su propio  espacio "Puente cubano" Iraida, mi entrañable hermana de Cuba . Finalmente decirles que el primero en dar un concepto sobre el cuento fue el escritor colombiano Cristian Valencia, quien dirigió el taller de crónica de RENATA en Bogotá (Red Nacional de Talleres de Escritura Creativa, Ministerio de Cultura de Colombia) entre el 2007 y el 2009, años en los que asistí a ese espacio de sueños, conocimiento y constante aprendizaje. 
A todos muchísimas gracias desde el fondo de mi corazón.


Cristian Valencia 24-04-08

Carlitos. Como siempre te fajaste. El cuento está del putas. Es muy bueno. He corregido algunas bobadas, que ya entenderás las razones.
Una vez le eches un vistazo a esto y hagas las correcciones, lo miraremos detenidamente para dejarlo impecable. Con este cuento tienes enormes posibilidades de ganarte un concurso, bien sea por acá o en Argentina o España o México.
 Un abrazo
Cuando lo tengas listo, ojalá hoy mismo en la noche, colgálo del blog, ché. Yo le haría una pequeña introducción porque me sirve para explicar un poco de cosas de los narradores.


Adriana Cantale 24-10-10


Caselo, recién termino de leer tu cuento...Es maravilloso!!! ¿cómo podes escribir tan bien? Sos un escritor nato, se nota que disfrutas de tu creación...Me parece buenísimo hayan premiado este cuento , que por otro lado , yo le hubiese dado el primer premio...
Creo que al leerte, me doy cuenta lo mio no es precisamente la escritura. Por lo menos no la narrativa, por ahí supongo, y con ayuda, puedo escribir sobre mis propias vivencias...Una especie de autobiografía. Pero de verdad te admiro la capacidad de crear diálogos, situaciones, de ir hilando la historia. Además , supongo también implica investigar sobre el tema que vas a escribir...
Como te imaginarás , al gustarme tanto todo lo relacionado con la psicología, este cuento me llego muchísimo. Me ronda siempre el tema de la locura, de quien es cuerdo y quien no, en este mundo que como dice el Nano lo conducen unos "locos con carnet"...
 Lo publicarán en España? tendrás que viajar?
 Dios quiera puedas dedicarte de lleno a esto que te hace feliz, y que haces tan bien...
 Lo puedo difundir o hay que esperar a la población?
 Bueno, Caselo, seguimos en contacto por mail, face y los blogs.
 Un abrazo fuerte desde Pergamino...

 
 

Monica 25-10-10



 

Hola Caselo,
                        Todavía estoy impresionada. Ayer a la noche, cuando recibí tu cuento empecé a leerlo pensando en que podría terminarlo hoy, ya que era muy tarde. Pero no pude parar de leerlo. Me gusto muchísimo, y tiene un final increíble. Hoy volví a leer las ultimas paginas, (desde que comienza la hipnosis) porque ayer quede yo medio hipnotizada y se me confundían algunas cosas.  Al principio trate de releer frase por frase mas despacio y después me di cuenta de que el secreto era entrar y dejarse llevar, (algo así tengo que aprender para mi vida).
Y me parece que ese es precisamente el efecto, el de un ensueño colectivo en el que ya no se sabe bien quien hipnotiza a quien y en el que uno mismo queda hipnotizado. Me gustó mucho. Gracias.
Un abrazo
Mónica 


Daniel Grisales 28-10-10 



Don Carlos Eduardo querido
Acabo de leer el cuento merecidamente premiado, y me alcancé a alegrar con la libertad de los dos "anormales" jeje.
Noté entre líneas por ahi rondando dos libros de Foucault "Historia de la locura en la época clásica" y "los anormales", no sé si fue consciente, pero me pareció excelente.
Oye a que te refieres con "institución total" ? He visto el concepto en sociología, pero no sé si será el mismo al que te refieres.
Saludos y ahora con más conocimiento de causa FELICITACIOOOOOONES!!!!!!
Daniel Grisales González.
Politólogo Universidad de Antioquia


Ana 01-11-10

Hola Carlos, siento haber tardado tanto en contestar al envío de tu cuento, ya sabes, algunas veces el tiempo pasa muy deprisa y tienes que posponer algunas cosas porque no da tiempo para todo.
 No soy ninguna entendida en la materia, sólo consumo y disfruto, o no y esta vez lo hice y mucho. Creo que está muy bien contado, a pesar de que vas adelantando datos , no se les da la importancia hasta poder encajarlos más tarde y eso que algunos te encargas de remarcarlos en negrita. Eso me gusta es un poco como un puzzle.
Además de el cómo, también me ha gustado el qué cuentas,la confusión y el miedo de Camilo, la seguridad, clarividencia y solidaridad de Juvenal (a pesar de no reconocerse en el espejo) y lo mismo la autosuficiencia del profesor.
Lo contrapuesto del manicomio tan aséptico, ordenado y vacío con la "locura" del carnaval.
La tensión del duelo mental entre Juvenal y el profesor.
La sorpresa final, no esperaba que el sueño fuese del mentalista.
Cuando terminas de leer hay una sensación de tranquilidad, el mismo que ha venido a sanar a los enfermos se ha curado.
Muchas gracias por haberlo compartido, espero poder seguir leyendo cosas tuyas, además de lo que escribas en el blog de nuestro querido Silvio. Un abrazo desde España.

María Jesús Torres Collado   02-11-10



        Pues sí: gracias por haber querido compartir conmigo lo que escribes. Carlos Eduardo, cómo me ha gustado tu cuento, qué sensación más buena he tenido al leerlo. Como cuando uno lee buena literatura, cuando uno lee y se da cuenta de que vale la pena leer lo que tiene en sus manos. Los personajes bien construidos, el ambiente muy bien conseguido, distingo dos partes en la novela: la claustrofóbica del manicomio y la del carnaval, tan bien conseguida, tan llena de alegría y movimiento y música. La historia podría ser la de cualquiera de los cuentos de Gabo, nada más y nada menos. Y Juvenal y Camilo, tan entrañables. Digno de premio, sí señor.


María A. Ortiz  02-11-10




Disculpa no haber escrito esto antes. Gracias por enviarme el cuento. Me lo leí de un solo sorbo y lo disfruté. Ahora lo vuelvo a leer para armar el rompecabezas. Es una manía mía; primero leo para saber qué pasó y después leo para saber cómo pasó. Ya te estaré escribiendo nuevamente para que me expliques lo que yo solita no pueda descifrar.
Me siento culpable porque no te contesté con la celeridad que tú lo hiciste.
Un abrazo desde Puerto Rico,


Carmina dijo...
Buenos días, Ángel,
 Me voy a salir del tema, aunque se que me perdonarás, porque es por razones de amor, y de amor a la palabra, y a las historias, y a la literatura.
 Felicito a Caselo por su cuento, y esta vez de manera fundamentada, porque he tenido el privilegio de leerlo.
 Gracias amigo.
 Y ya que Caselo ha tenido la gentileza de enviármelo, asumo que le gustará que les cuente, y que le cuente a él, lo que me ha parecido. Eso es una responsabilidad.
 Les puedo contar que el cuento que ha escrito nuestro compañero de inquietudes de la casa de Silvio se inscribe en la mejor tradición del cuento fantástico, que tan rendidora ha sido en nuestra literatura desde Horacio Quiroga.
 Puedo apreciar que Caselo lee mucho, y que ha leído teoría del cuento, y que aspira a mostrarnos la otra realidad, la que está del otro lado del espejo de Alicia.
 Caselo: ¡Animo! ¡Sigue por esa vía de leer y escribir sin descanso!. Cuando alguien elige la literatura como forma de vida, es porque se le va la vida en ello.
 Una expresión propia se consigue con mucha lectura y muchas páginas emborronadas. Pero este es un esfuerzo que te deparará recompensas sin cuento. Sin perder de vista el objetivo, es importante el placer que depara el camino.
 Por otra parte, a mi me parece que el cuento es uno de los géneros sublimes, tras la poesía. El cuento es un género sin concesiones. Te has animado por la vía de los escogidos. ¡Persevera, hermano!

Un fuerte abrazo, Caselo.
Alberto Salcedo Ramos 07-11-10


Extraordinario, mi querido Carlos.
Cuánto me alegra haber leído esta pieza tan buena. Ahora que salga de mis enredos te invitaré a un café. Espero que puedas.
Un gran abrazo, hermanito
ALBERTO



Ricardo Silva Romero 07-11-10

Buenísimo, Carlos, mil gracias


Chely Oller  09-11-10

Buen día Caselo.
Aquí estoy releí el cuento, cuantas cuestiones tiene para reflexionar.
Es tal cual como funcionan los manicomios, parece una radiografía auténtica de la vida real ,por otro lado creo esa era la intención-verdad?
Poco se de enfermedades mentales , solo lo que he podido escuchar de mi hija ,aclaro no soy palabra autorizada para opinar .
Desde mi posición como lectora, me resulta extraordinario la manera en que relatas éste infierno, puesto que a la vez dejas entrar una luz de coherencia y sabiduría en tus personajes.
Juvenal- domesticado-liderazgo-condena sin delito..
Camilo- temeroso- ávido de amor-llama la atención a Juvenal.
El amor todo lo puede!!- que gran verdad.Aún en el aislamiento-o en el hospicio.
Menta-lista- profesional , poco interesado por sus pacientes , movilizado por su cargo ,  por su remuneración o por vaya uno a saber.... , vocación -cero- eso pasa en muchos lados -Gran mayoría.
Mencionas parte de costumbres de tu ciudad- "el carnaval"- eso lo hace interesante, logras una excelente fusión entre lo real e irreal del cuento- Pues según como se mire no es tan irreal -ja -se entiende?
Me ha gustado mucho
 mas allá de las críticas literarias ,que han analizado para ser elegido como uno de los mejores (hablo como una lectora falta de conocimientos- literarios o de construcción) deja una gran enseñanza , como todos tus cuentos ,al menos así es como lo percibo.
Mucho falta  por hacer en estos asentamientos -aglomerados.
Pues bien... digo: chely, nada de cultura en cuanto a la interpretación-literaria ,pero no menos válido lo que me ha dejado- un sentimiento de amor .Culmino diciendo
" EL AMOR MUEVE MONTAÑAS" , esas montañas que son obstáculos para casi todo el mundo, se mueven através  de la palabra mágica. comprensión...
No me animo a mas..., tal vez sea un disparate lo dicho, juro es lo que interpreté- Gracias Caselo- bellísimo- besos chely
PD: FELICITACIONES!!


Duende dijo...
Hermano Caselo:
 Leí tu premiado cuento. ¿Qué decirte si no soy crítico de nada…excepto de las malas causas?…
Me gustó…lo disfruté… elude el diletantismo…tan prolífico en este supuesto mundo post moderno que nos quieren vender gratis… acude al lenguaje popular…a sitios populares…a costumbres populares…que es la verdadera base de la cultura…defendiendo…quizás sin ser su objetivo… que el arte y la literatura son patrimonios del pueblo…
 Lograste magníficas imágenes oníricas… capté cierta aura de lo real mágico presente en la narrativa latinoamericana… recreaste acertadamente el ambiente de los manicomios…apostaste por lo bueno que hay dentro de la naturaleza humana…aún en pleno desvarío…construiste un epitafio que debería inscribirse en cientos de miles de tumbas cerradas y abiertas: …“los caminos son construidos por los locos para que sean transitados por los sabios”….
 Tu cuento tiene el don de la ubicuidad…sus personajes pueden ser bogotanos…pero también limeños…asturianos…catalanes…gallegos…brasileros…mexicanos…chilenos… porteños o cubanos…
 ¿Qué decirte hermano Caselo...más allá del merecido premio?... que tu cuento recrea el blogs de Silvio...con esa inveterada capacidad de construir sueños y regar amor...que si ahora alcanzaste un segundo lugar...entonces debes prepararte para alcanzar el primero en el próximo concurso... que sigas escribiendo...que nunca te rindas… ni en tus aspiraciones...ni en los amores...ni en los desencuentros...ni en tus luchas...



Caselo: quizá fui en 1985 a Bogotá, en vez de en 1984, porque me recuerdo allí con Afrocuba, y empecé a trabajar con ese grupo a fines del 84. Me gustó el montaje cinematográfico de tu cuento y me lo voy a volver a leer.


AZUL dijo...
Caselo, creo que naciste para eso, para ser escritor, por lo menos al leerte fluye muy natural la historia y muy amena como la de un contador de cuentos muy experimentado, síguelo haciendo, tienes mucho talento y es en realidad muy placentero leerte, gracias por enviármelo, un besote....

Iraida dijo...
No te he dicho nada de tu cuento, está fantástico, bien trabajado en todos los aspectos. Pero te lo dije desde el primer relato tuyo que leí, naciste escritor, bueno también te has esforzado, trabajado mucho, pero naciste con ese talento en bruto.
14 de noviembre de 2010 10

Mauricio Franco 18-11-10
Hola,Caselo!Disculpa el no haberte escrito antes. De nuevo te felicito,impecable cuento,precisión y exhuberancia,me quito el sombrero y aplaudo.Haré lo posible por que en algún momento el centro de escritores de acá te invite a un evento,sobradamente lo ameritas.Un gran abrazo,hermano y éxitos a granel.








domingo, noviembre 07, 2010

Domingos de antesala


Sin rutina las calles son como manchones de una hoja medio en blanco acabada de borrar. Las márgenes se dibujan al cruzar la esquina, gracias al aroma del pan recién salido del horno. Y más adelante los pedazos de una botella de licor brillan a lo largo de la acera, esparciendo un fuerte olor que puede ser sórdido, pasional o de nostalgia. Arrumadas en el poste de la luz decenas de bolsas rotas vomitan la basura que queda a merced del viento. Por ser el día en el que Dios descansa, no es posible ni siquiera que la lluvia barra esos desperdicios. Se irán acumulando hasta volverse invisibles para los ojos de quienes siempre caminan sin mirar. 

 A veces lloro en medio de esa soledad pero, al poco tiempo, algo o alguien me saca de la tristeza: el indigente  que pasa y me sonríe mientras alucina por el efecto del pegante que lleva en un frasco y que huele con insistencia. O un vendedor de cualquier cosa, optimista y feliz, que carga, junto a sus productos, su inventario de penas y sueños postergados. O el perro callejero, con su andar desprevenido y seguro, que lame mi mano sin pedirme permiso, simplemente, porque se le dio la gana. También se ven policías que vigilan el silencio-  y a uno que otro borrachín- desde sus patrullas bien limpias. Inclusive existen los reclutadores de almas en pena y de hombres y de mujeres en pecado, que golpean puertas, generalmente, a la hora del almuerzo.

-“Señor, el fin del mundo está cerca, traigo para su salvación la palabra de Dios”

-“Me disculpa pero estoy ocupado, no tengo tiempo, y además soy el mismísimo diablo; así que, por favor, déjeme en paz”.

Hasta los enfermos o los accidentados parecen descansar. En la puerta de un hospital público una paloma agoniza. No puede volar, además su pico está salpicado por unas posibles verrugas. No hay camilla para ella, ni servicio de urgencias. La ambulancia está a pocos metros y en su interior el conductor duerme plácidamente. Entre tanto en la sala de espera- a falta de pacientes- un médico, dos enfermeras, una recepcionista y un vigilante, miran con la boca abierta un programa de televisión.

Se acerca diciembre y los árboles de navidad, los pesebres, los niños Jesús de diferentes tamaños y colores, las vacas, los bueyes, las ovejas, las estrellas de Belén y un ejército de Reyes Magos, multiplicados como conejos, aparecen regados en el andén de uno de los sectores más comerciales de la ciudad. Todavía no salen los Papás Noel para tomarse la foto con los niños, tampoco quienes ofrecen anchetas en la parte de atrás de algunos vehículos. Sin voltear la última hoja de los almanaques, ni botarlos a la basura,  ya se siente en el aire frío de Bogotá que el año se acabó… aunque noviembre apenas comienza.