Dibujo sobre cartulina negra con color blanco
Autora: Luisa Fernanda González, artista colombiana
Aleteó su sombra en recovecos de soledad y silencio.
Alcanzó la otra orilla ágil como una mariposa.
Se alojó en el viento con su danza de estrellas en cada una de sus alas.
Atravesó el umbral que la separaba de la cara oculta de la Luna.
Fue también música, sueño, palabra.
La noche reclama, convoca, domina, atrapa. Ella es la dama que seduce los inefables semblantes de viajeros anónimos del tiempo. Nadie puede escapar a su embrujo. Una orden suya y la bruma desciende en una ligera capa de espejismos. Luego vigila detrás del árbol más querido y sale convertida en retazos de tinieblas.
Existencia tejida por filigranas de recuerdos.
Resplandor de un amanecer que evade colores y matices.
Rumores dispersos de ecos olvidados.
Recoge uno a uno los pétalos de la margarita que deshojaste. Ahora tu mirada se pierde en el vacío de un te quiero, mientras el primer rayo de sol dibuja tu silueta y una nube perfila el brillo de tu imagen misteriosa.
Se hizo pensamiento después de un crepúsculo en el que las certezas se desgajaron ausentes de prejuicios.