Carta a una abuela Mapuche
Abuela, quiero que me cuentes la historia de tu pueblo. Aunque hasta ahora te conozco me basta con saber que eres dueña de un territorio; de una pradera ilimitada finamente adornada de colosales cordilleras, que se extienden a lo largo y ancho de tu país. Ahora hablas desde las profundidades del desconsuelo y tus lágrimas brotan mientras tu bandera se levanta libre y victoriosa. Aprendí a entender que los soles, lunas y estrellas que la conforman son reflejo de la conexión de tu gente con los cuatro elementos del universo; quizás por eso el dolor que sientes al ver cómo el hombre blanco profanó la sangre de la tierra.
Muy cerquita de ti, en un país grandote y verde, el mismo hombre blanco decidió acabar lentamente con el pulmón del mundo. El Amazonas desaparece entre bailes de samba, goles de Ronaldiño y caipiriña por montones. Si te diriges hacia el norte, justo debajo del canal de Panamá, los aviones derraman día a día la arrogancia de los poderosos para erradicar los cultivos ilícitos; pero- al mismo tiempo- hombres y animales mueren sin entender a qué horas se involucraron en una guerra que sólo beneficia a unos pocos. Y si miras más allá del mundo, al otro lado del charco, te aterrarás al comprobar que existe una de las tantas razas excluídas y humilladas. Te enterarás entonces de que los gitanos-por ejemplo en Italia- tienen que dejar impresa su huella digital(inclusive los niños) como una especia de cruel pasaporte que los señala igual que a los parias.
Ayer supe que regresaron los odios de quienes pretenden desconocer el derecho que tienes a disfrutar de un mundo que ha sido construido por tus manos, tu corazón y tu aliento. Por eso no dejes nunca de contar tu historia, la única y verdadera; fíjate que se parece tanto a la mía, a la de mis hermanos, a la del planeta entero. Y siempre recuerda que tu voz llegará hasta el fin del mundo si es preciso. No olvides que las ondas son atajos por las que vuelan los sueños y las ilusiones... también las realidades y las utopías.
http://meli.mapuches.org/ Conozcan la represión al pueblo Mapuche en Chile
11 comentarios:
Me sabes una defensora a ultranza de la causa de nuestros aborígenes.
Me duele cada vez más, son pocos lo que hacen poco, otros no hacen nada.
Es bueno que compartas con nosotros, Carlos tu propio pensamiento.
Te dejo un abrazo.
Alicia
Actos discriminatorios siempre han existido y siempre existiran. Y así es, pero en todo el mundo. Se odia por el color de la piel... Por ser diferente.
El ser humano muchas veces quiere sentirse superior, perfecto, quiere ser Dios. Lo determinan creando entre sus semejantes clases inferiores...Esa es la manera más cruel de marginación social, hacer diferencias...
Buen post
Un abrazo querido amigo
MJ
Jamas entenderé la supremacia de ciertas razas sobre otras.Para mí es un verdadero sin sentido. Un beso
Oye amigo, muchas gracias por esto que acabas de hacer. Es algo realmente invaluable para mi, y de seguro para todo mi Pueblo materno.
Un abrazo fraterno siempre! y Millones de gracias.
No le pertenece al hombre su camino, no le pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso.
MAGNÍFICO!
Amigo, si le entro al Trueque... solo díme como.
estoy total mente de acuerdo con la cruda realidad de ma jose, ojala pudieramos ser autenticos y ya esta! confiar en la vida
pero resulta que todo lo queremos manejar nosotros
alli viene el problema
Sabes, la nación Mapuche ocupa también territorio argentino, que los límites del hombre blanco no respeta. Por eso hay mapuches argentinos y mapuches chilenos, una locura.
Aquí, en la Argentina, nuestros mapuches también sufren el robo de sus tierras, y hasta las mejores reservas de agua dulce ya están en manos gringas, les hemos vendido todo, pero no fuimos capaces de saldar la deuda histórica con la comunidad mapuche.
Poderoso caballero don dinero, poderoso, sí.
Un abrazo
... pues ... Hola Carlos. ;)
Eres chileno o español?
Gracias por la visita.
colombiano? ;)
Eso es lisa y llanamente racismo, separación cruel de otros seres que solo hablan distinto, o no caen bien a la vista de estos desalmados que fabrican sus barreras para que allí no pasen mexicanos, marroquíes, sudacas o cualquier piele humana aborrecible a su parecer fraticida. Aunque sea con la palabra se mata, se aniquila y eso lo vemos a diario donde sea.
Olvidé decir, repasando el texto, que esto de juntarnos por la vida, aunque sea por internet, no es algo desprevenido ni regalado por la casualidad. Sé y estoy convencido de que los encuentros están por encima de los hombres que abrazan ideales en común. Mi afecto renovado, Caselo.
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