martes, marzo 18, 2008



La vida, un ladrido


¿Recuerdas que te ayudé a nacer? Aún tengo presente aquella tarde. Estaba solo en casa; de pronto escuché el gemir de tu madre. Subí rápidamente y, aterrado, noté algo que luchaba por salir de sus entrañas. No imaginas lo nervioso que me puse. Como tú sabes, soy de los que no pueden ver sangre, ni siquiera la propia; entonces ¿Qué debía hacer? ¿Quedarme parado? ¿O asumir mi papel de hombre con los pantalones bien puestos? Encendí un cigarrillo mientras tu madre trataba de desalojarte sin causarte daño; y aunque la naturaleza es sabia, en ese momento me di cuenta de que había dificultades. Sin pensarlo dos veces llamé a la veterinaria. Me contestó la asistente y de forma atropellada le conté lo sucedía. Cuando terminé me calmó y me dijo: “Tranquilo; simplemente acérquese a la perra, acaríciela y si nota que no puede sola tome suavemente al cachorro y ayúdela”. No sé de dónde saqué valor. Respiré profundo, me eché la bendición y me encaminé despacio, en dirección de la hembra en trabajo de parto. Cuando llegué algo me conmovió profundamente: parecía pedir auxilio con su mirada. Jamás vi unos ojos tan suplicantes, llenos del brillo característico de los que ya no aguantan más. Me olvidé de temores, dudas, ascos, en fin, de todas aquellas cosas que a lo largo de mi vida me impidieron seguir adelante; y apoyado en en mi amor hacia quien ha compartido tantos años a nuestro lado, agarré suavemente esa especie de masa que buscaba ser liberada. No tuve que hacer mayor cosa; fue cuestión de dar una mano en el momento oportuno. Finalmente presencié el milagro de la vida en toda su grandeza. Te limpié con una toalla y empezaste a tomar forma. Cabías en la palma de mi mano; quise retenerte, pero otra vez esos ojos suplicantes me dijeron sin palabras que necesitaba estar contigo. Sonreí, te puse en su regazo y los dejé solos.

Hoy volví a experimentar esa sensación de paz en el comienzo de este año. Ahora tu madre ya no está, se fue para siempre; sin embargo gracias a ella comencé a entender el verdadero significado de la palabra solidaridad.

3 comentarios:

José Luis dijo...

¿Te gustaría unirte?

http://escribesinfaltas.blogspot.com/

Alma Mia dijo...

CASELO, COMPAÑERO...!!
Esto, es lejos... Una de las cosas más lindas que he leído en Mi Vida...!!
Que HERMOSO! el milagro de la Vida, frente a tus ojos...
Yo, que soy madre... puedo decirte que es lo más Maravilloso del Mundo... traer vida, ver nacer vida!
Te hace dar FE... que Dios existe!
Con cariño, para ti... y Canabis!
Besos a los 2.
Nori.

Anónimo dijo...

Desde luego, ¡no sé de dónde sacaste valor! Pero desde luego valió la pena, ¡que cosa tan linda! Y de cachorros son para comérselos. Besitos, mago