domingo, marzo 15, 2009

Orígenes (crónicas de Une I)


Fotos Cristian Andrés Schuster


“Municipio al oriente de Cundinamarca, tres letras”; de inmediato papá dice “Une” y escribe con orgullo en el crucigrama el nombre de su tierra. Lo mismo sucede cuando le preguntan dónde nació. Entonces contesta: “en Une” y enfatiza- como para que no queden dudas- “Une Cundinamarca Colombia”.


Regresé luego de seis años al pueblo natal de papá. Hay lugares protegidos por un velo mágico que los hace inexpugnables al paso del tiempo. El frío de la cercanía al páramo podría ser uno de esos guardianes, como también el camino que se desvía de la carretera principal y sube en constantes ondulaciones. A lado y lado sembrados de papa, maíz, cebolla, alverja y al fondo las primeras casas que se asoman antes de llegar al parque central. Enseguida los recuerdos salen a recibirme.


Las calles empinadas que desembocan- generalmente- en el cementerio. La iglesia con sus dos torres silenciosas y un reloj que es capaz de atrasarse décadas o siglos. El calvario donde las figuras talladas de Jesús y la Virgen esperan las romerías de fieles en Semana Santa. La droguería más antigua, la plaza de mercado, el Colegio, la estación de policía, la alcaldía y, sobre todo, ese ambiente de tranquilidad característico. Por supuesto ya hay establecimientos de internet, llamadas a celular, consolas de juegos de video, en fin una que otra señal que alerta sobre el paso de la civilización y el progreso. Pero lo que nunca cambiará es el saludo que se hace desde los altoparlantes de la alcaldía. En ese momento- a las ocho de la mañana- suenan los himnos Nacional, el de Une y se entera a los habitantes de la mayoría de actividades de interés general. Dicho despertador es muchísimo más cálido- y a la vez efectivo- que cualquier aparato digital de origen japonés. Y ni hablar de las campanadas que llaman a misa de seis. Eso sí ya no se escucha el ensordecedor aullido (no simple pito) de la flota de transporte intermunicipal que, muy a las cinco de la madrugada, competía de forma irrespetuosa con la alegre sinfonía de los gallos.

17 comentarios:

Ruth L. Acosta dijo...

Querido Carlos Eduardo...

Estoy segura que ese viaje fue maravilloso... sobre todo, el que los recuerdos te hayan recibido... espero que te hayas divertido...

Te mando un beso con mucho cariño desde México,

Anónimo dijo...

Apacible y sereno; un verdadero placer para los sentidos. Lleno de magia: no podría ser de otra forma, viniendo de ti.

Mil besos

Cecy dijo...

Que maravilla.
Maguito lindo.
Besos.

sky walkyria dijo...

el cariño siempre busca un ancla,
entre el futuro y el pasado

abrazos

Pedro Estudillo dijo...

También a mí has conseguido transportarme a ese mundo mágico e imperecedero que habita en nuestra memoria. Cerca de donde vivo existen aún pueblos así, como el de tu padre, y es una gozada visitarlos.
Se respira en ellos un aire de autenticidad que se echa de menos en las grandes urbes que frecuentamos.

Un abrazo hermano.

mj dijo...

Que hermosura de páramo y qué verde...Como me gusta leerte mi mago. Recuerdo cuando estuviste en este lugar, lo bien que te sento ir.
Un abrazo inmenso amigo del alma.
mj

Runas dijo...

Seguro que disfrutastes recorriendo de nuevo sus paisajes y recordando . Un beso

Alma Mia dijo...

Qué lindo lo que describes aquí, amigo. Sinceramente, bello! eso de andar recorriendo los recodos de la memoria... la infancia, la adolescencia... El olor a tierra mojada, el aire, el cantar de los gallos... Uuuuuf, son cosas impagable; que gracias a Dios, aun podemos disfrutar (a pesar de la contaminación de nuestras tierras).

Te dejo un abrazo fraterno, con brisa de campo!

Roxanne dijo...

Que lindo lugar... :)

Te he dejado algo en mi morada...

Un beso

Roxanne

miralunas dijo...

qué maravilla de color, mago de corazones! me encantó volver a visitarte! te dejo besos, bogotano....

Níyume dijo...

Querido Mago, he viajado con usted, qué alegría, qué suerte conocerlo
Un abrazo Caraqueñísimo!

IndeLeble dijo...

Muy mágico como vos Carlos , que hermoso disfrutar de esas pequeñas cosas y recorrer hoy el ayer renovado, te mando un enorme abrazo amigo y compañero !

Luzjuria dijo...

Caselo, pase por mi casita, le deje un regalito.

Un abrazote

el piano huérfano dijo...

la magia esta porque estas tu,
sabes? cada vez que entro en tu blog unos segundos antes me entran unas mariposas por todo el cuerpo, por que se que me vas a sopredner con algo preciosos


gracias por ser tan fiel

Alicia Abatilli dijo...

Es un relato para leer lentamente, porque uno tiene que cerrar los ojos para darle paso a la imaginación.
Abrazos amigo mío.
Estoy con vos.
Alicia

María Marta Bruno dijo...

Bueno, veo que has ido a abrevar a la mejor de las fuentes.

Bello relato, imagino que también, bello lugar.

Un beso, mi mago.

Khumeia dijo...

Entrañable tu relato, rebosante de magia tanto en imágenes como en palabras. ¡Qué buena fortuna haber visitado el pueblo de tu papá! ¡Un abrazote!