lunes, mayo 25, 2009

Rompecabezas


La cabeza de la puntilla se prepara a recibir el martillazo. Debo tener cuidado con el dedo gordo, no sea que el oponible reciba el golpe y me lleve de vuelta a la condición de primate. Bueno, en realidad no sería del todo malo. Al fin y al cabo nuestros antepasados dieron un salto evolutivo con las extremidades superiores. Qué paradoja: no fueron los pies, precisamente, los que allanaron el camino para que el hombre se desplazara en sus dos piernas… Bien. Pasé la prueba, no me aplasté el dedo y clavé la puntilla en la pared. Necesito escoger un cuadro. Desde el escritorio la sonrisa amplia de Marilyn Monroe parece insinuarme que quiere ocupar el espacio vacío. A su lado el Ché me mira serio. Quizás el humo de su tabaco colorea su rostro, vaya uno a saber. Y qué decir de Chaplin, sentado en el andén con su sombrero negro y un perrito. Definitivamente si pudiera los pondría a los tres. El problema es que no tengo más puntillas…

Elegir, abandonarse al azar, esperar, actuar. Anoche el frío no me dejó dormir. Ni siquiera el saco de lana impidió que una ráfaga de viento penetrara en el lugar más recóndito. Me levanté muchas veces, acomodé las cobijas, di vueltas a la almohada, cambié una y otra vez de emisora; inclusive me paré a las tres de la madrugada y abrí la cortina. Mi sombra se mezcló con la niebla. No supe en qué momento las gotas resbalaron por el vidrio, humedecieron el agujero negro de un cielo distante y descubrí que, a esa hora, ni una sola estrella me acompañaba…

Porque mis palabras suelen inventarse mundos que no existen. Porque no hay muro más triste y solitario que el silencio. Porque la ausencia es un peso que se carga todos los días, casi ni se siente, pero doblega las espaldas. Porque termino siempre jugando a las escondidas con los recuerdos. Porque el tiempo pasa y regreso al punto de partida…

Bajar el telón de la obra inconclusa no es tarea fácil. Es como acudir al famoso borrón y cuenta nueva de números inexpresivos. Nunca me gustaron las matemáticas. A los catorce años me declaré en franca rebeldía contra Baldor y demás torturadores de la consciencia. Me fui bordeando el abismo de los sueños. Sólo llevé de equipaje una hoja en blanco, un lápiz y veinticinco signos pequeñitos; con ellos intento dibujar oasis donde no hay nada.

Dos buses- más hora y media de recorrido- separan a Bogotá de Soacha
. Es atravesar la ciudad de norte a sur en medio de ese laberinto de calles y avenidas. Cada mañana la imagen del Ché me saluda. Finalmente lo escogí. Ahora una de las cuatro paredes de mi habitación tiene en su fachada a Latinoamérica; y yo tremendas ganas de reinventarme… Ojalá haya todavía un poco de magia en mi sonrisa y cuerda suficiente para afinar el hilo narrativo de mi existencia.


14 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también hubiera elegido al Ché; cuando llueve no ves las estrellas, pero están ahí, donde siempre, esperando que se marchen las nubes o que un lindo mago las haga brillar.

No te hacen falta las matemáticas, te sobran las letras, nilas estrellas, escondidas, tú las haces brillar, así cuando te leo; y sonrío, porque has vuelto.

Mil besos!!! Tq

Liz dijo...

con esos signos, tan poquitos que parecen, consigues dibujar mucho donde no hay nada. No dejes de hacerlo.

Un abrazo

sky walkyria dijo...

el poema se esconde hasta de las estrellas

abrazos

Armida Leticia dijo...

Te dejo un saludo, un abrazo y un casto beso.

Desde México.

Nora dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alma Mia dijo...

Ay amigo! La verdad, yo no lo hubiera dudado ni por un instante. Sin duda, elegistes muy bien; ¿Quién si no nuestro querido Che, para darnos fuerza moral día a día? Hay que reforzar el calor del alma... porque los hielos de afuera son muy fuertes también.

"Ojalá haya todavía un poco de magia en mi sonrisa y cuerda suficiente para afinar el hilo narrativo de mi existencia"... Amigo, mientras no abandones los Sueños, aunque sea caminando en el filo del abismo... Siempre la magia acompañará tu sonrisa. No vas solo, somos mucho...

Te dejo un gran abrazo fraterno, hermano.

Te quiero millones! (lo sabes, verdad?)

Runas dijo...

Estoy segura que si hay algo que no te faltará será la magia, lo demuestras cada vez que escribes. Un beso

mercedes saenz dijo...

Tanto tiempo querido mago. Que placer es entrar a tu sitio. Me encantó en rompecabezas!!!! Todo lo que incluis lleva tu sello, es decir el de tu corazón, aunque no sean de tu autoría. Te felicito desde el alma porque mi corazón ya lo tienes. Un fuerte abrazo. Merci

mj dijo...

Querido mago de mi corazón, qué bello texto, a pesar de sus rincones de soledad y nostalgia....
Todo lo llevas puesto en tu alma, no necesitas nada más...
Un abrazo enorme
mj

Unknown dijo...

Quizás lo mejor de todo sea que podemos reinventaros, renacer, resurgir, quizás eso sea lo que nos da siempre una esperanza, nos muestra esa luz al final de la cueva. ¿Qué sería si no pudiéramos modificarlo todo? Yo soy de los que creen que las cosas se modifican aparentemente, o formalmente, pero de fondo, de fondo seguimos siendo siempre los mismos. VOS SOS LATINOAMERICA, por eso, hoy ves al Che y se te mueven cosas, músculos, fibras, células, huesos, no es el Che, sos vos, por eso elegís al Che. Por eso mañana vas a queres un poco más que hoy, vas a querer un poco más que las cosas sean diferente, mañana vas a intentarlo desde otro lado, pero no quiere decir que antes no quisieras o no intentaras, pero en el mañana esta lo que hoy decidimos sumado a la incertidumbre de lo que pueda pasar, entonces, porque no creer. El Che desde la pared te da la pauta, el optmismo necesario. Ayer no eras diferente a ahora, eras igual con un par de ideas y vivencias menos, porque uno es lo que es, VOS SOS ESTO, SOS LO QUE SOS y desde mi punto de vista, sos alguien a quien rescatar, a quien escuchar, a quien seguir, alguien que da tanta cosas.

La humanidad evoluciono con esa parte que justamente siempre lo mantendrá sujeto a la nada. La razón solo entorpece la cosa, nos hace idiotas. Claro que hay excepciones, pero lo son por usar más el corazón que la cabeza. Una de esas excepciones es el Che. La noche nos muestra siempre solos, bien solos, la luna y las estrellas distantes, aunque queramos verla cerca, hablemos de ella como si fueran algo que nos pertenecen, ellas están lejos, como están lejos tantas cosas que necesitamos.

Tus palabras te inventan y nos inventa mundos que no existen, pero que nos parecen tan reales, gracias a tu prosa, a tu magia, a tu sentimiento, a tus ganas, a tu entrega. Pero, che: - ¿Están tan mal las cosas? Si el Che respondiera diría que sí, que no queda otra cosas que hacer mil revoluciones, como siempre, como nunca.

Estamos en Otoño, ya viene el frío, estos últimos días a dado cuenta de su presencia, esta cerca, nos avisa. Que feo cuando no se puede dormir, el insomnio es bueno para el arte, malo para el alma, porque uno no paras de ver o pensar las barbaridades que se suceden en el mundo.

Te aprecio tanto mi compañero, amigo, hermano, gracias y mil gracias por ser tan increíble. Te dejo un fuerte y fraterno abrazo.

HologramaBlanco

Ruth L. Acosta dijo...

Mi Querido Carlos Eduardo,

Veo que has tenido novedades y cambios importantes en tu vida... espero que sea para bien y finalmente logres reinventarte y continúes sin perder ese toque tan expresivo y sensible que te caracteriza, compartiendo tus interesantes jornadas, en donde fabricas maravillas, a veces, de lo que otras personas considerarían insignificancias, pero que tú, las conviertes en algo esplendoroso...

Es un placer leerte siempre, querido amigo, tus letras son inteligentes y muy sentidas.

Me encanta leerte, me dajas mucho.

Te extraño, espero que te encuentres bien.

Te dejo un beso con mucho cariño desde México,

Alicia Abatilli dijo...

Pero...¿Cómo no vas a reinventarte? Si eres el hacedor de milagros.
Se te extraña, Carlos.
Los amigos estamos siempre cerca.
Alicia

Mariel Ramírez Barrios dijo...

Tuve un muro con el Che.
hoy
pondrìa seguro a Chaplin.
Y leo
y me aprieta el alma la congoja
y pienso
Què injusticia.
Y mi alma,siempre màgica contesta
Por algo serà.
No es necesario reinventarte. Simplemente estàs allì,un poco golpeado.
tu guitarra seguro entibiarà tu cuarto.te beso.

Unknown dijo...

Sigue escribiendo, pensando, soñando y haciendo por Latinoamérica. Te felicito, Julia