sábado, diciembre 19, 2009

Desde el maravilloso mundo de Oz




Salir un poco de la realidad para sumergirnos en la fantasía, es un estado casi que ideal. No es necesario, sin embargo, tener los pies muy bien puestos sobre la tierra; existe la creciente posibilidad de quedar atrapados durante el viaje por las fuerzas luminosas, coloridas y desafiantes de los sueños. Vale la pena entonces dejarse llevar, sobretodo en esta época de navidad, y traspasar sin miedo ese umbral que nos separa de nuestra esencia. Por eso nada más acertado que ir al encuentro con la palabra y las imágenes. Esta semana recibí una invitación:

“Sábado 19 de diciembre, 11 am. Encuentro con Claudia Rueda y Yolanda Reyes en La Feria Literaria de la Tienda de Oz-Usaquén”.



Yolanda Reyes es una reconocida escritora colombiana que también dirige el taller de lectura y creación literaria para niños “Espantapájaros”. Y precisamente en su librería, “La tienda de Oz”, hay un espacio de esos en los que tienen cabida todas las sensaciones que no pueden expresarse muchas veces en la vida cotidiana; a su lado Claudia Rueda, abogada de profesión, quien, afortunadamente, extravió el camino kafkiano de leyes y códigos para terminar inventando un mundo gráfico acompañado de historias al alcance de las manos y los corazones más inquietos, sin importar edad o condición social.

La mañana transcurrió en medio de páginas ilustradas, cuentos interminables, risas de niños. Las autoras respondían preguntas, firmaban sus obras, entablaban conversaciones en un ambiente tan familiar muy parecido al de las visitas en la sala de la casa. Un niño se me acercó y me dijo:

- Ese libro es bonito, pero yo leí uno que me gustó más.

Después se fue a seguir curioseando en esos estantes donde los libros no tenían cubiertas de plástico que impidieran su lectura. Cada ejemplar estaba disponible, sin restricción alguna, como sugiriendo “léeme que te vas a divertir”.

Salí de “La tienda de Oz” feliz por el regalo de esas dos horas cálidas. Cuando me suceden cosas así hasta la ciudad se transforma. Las calles parecen toboganes, el pavimento nubes de algodón, los árboles gigantes amistosos. Definitivamente los oasis están en cualquier esquina; sólo hay que tener los sentidos abiertos y perderse en aquellos laberintos de la imaginación.



- Este cuento me impresionó. Comparto con ustedes un video que encontré en Youtube. Se llama "La suerte de Ozu" de Claudia Rueda.

1 comentario:

Roxanne dijo...

¡Que bonito cuento! siempre la literatura infantil logra conmoverme...

Saludos maguito, y espero tener la oportunidad de encontrarte prontito en el chat.

¡Muy pero muy muy felices fiestas!

Roxxi